Tres de la tarde, subte D. Hay bastante gente, pero uno que está acostumbrado a cosas peores, sabe que se viaja bien. Dos o tres paradas antes que la mía, suben dos chicas. Se acomodan como pueden, cerquita de la puerta. Hablan en inglés. Una, con un acento claramente argentino, spanglish del mejor. La otra, […]