—… y resulta que el tipo se despierta con una resaca terrible, y ve que tiene un cuerpo durmiendo al lado de él, pero no se anima a mirar, porque no se acuerda quién es, y entonces se pone a tratar de hacer memoria, y se empieza a acordar de mil cosas que mejor ni pensar, y entonces pispéa, y ve que es la cuñada, y entonces le da culpa, pero igual se calienta. Entonces se levanta para tomar algo porque no entiende nada, y no sabe bien qué hacer. Entonces suena el teléfono, y atiende, y es el hermano, que está preocupado, y primero parece que está preocupado porque la mujer no volvió a casa a la noche, pero después de hablar un rato, resulta que el pibe acaba de encontrar unos papeles en el cajón de ella, y preocupado como estaba, empieza a fantasear que la mina tiene otro, y no se aguanta y se pone a leer, y resulta que son unos análisis, y la mina tiene sida. Y ahí el flaco no sabe qué hacer, está como loco y tiene hambre, y en un rapto de locura se tira por la ventana.
— Y se muere.
— No. Queda parapléjico. Y con sida. Pero igual el pibe sigue siendo un tigre, y se le para que da miedo. Entonces se manda hacer una silla de ruedas especial, y se empieza a garchar minas a lo loco. Pero claro, el pibe está tullido, y tiene re mal aliento, entonces nada más consigue tirarse putas. Y entonces empieza a tener odio contra el mundo, porque así no se puede vivir, entonces se propone contagiar a todas las minas que pueda. Y después le empiezan a gustar los trabas, pero el pibe no le hace asco a nada, así va con trabas también.
— Y el pibe tenía perro?
— No… Claro, vos decís que capaz le daba por tirarse al perro también…
— No, no seas asqueroso. Pero un perro siempre es linda compañía…
— No, no siempre. Ponele que el perro es un hinchapelotas y se la pasa ladrando, pobre pibe no puede ni cagarlo a palos…
— Es cierto… ni puede jugar a tirarle el palito para que el perro lo traiga…
— No… Además mirá si un día el perro se pira para la mierda, porque que a veces pasa eso, que dicen que se les achica el cráneo y les aprieta el cerebro, y va y le arranca el coso de un tarascón…
— Qué boludo que sos! Súper rebuscado! Además, no seas tarado, como vas a decirle coso! Decí pito, boludo, o te da vergüenza?!
— Qué me va a dar vergüenza! Vergüenza es robar!
— Sí… Como el flaco este, que le robó la mujer al hermano…
[originalmente publicado en historiasquenollevananingunlado.blogspot.com]