Metamorfosis

Pasé, como siempre paso. Humano como soy, estaba acostumbrado (porque somos animales de costumbre siempre) a verlo como lo viera. Por eso, aunque tal vez por otras cosas, me tomó apenas un segundo notar el cambio. Los cambios.

No eran, tal vez, tan significativos. Bueno, pues tal vez no, pero yo lo noté (y como yo, otros, lo sé) Seguí mi camino, porque así estaba escrito, y seguí pasando, de tanto en tanto, como siempre lo hacía.

Los cambios siguieron su curso, y vi con sorpresa que, de golpe diría, pero seguro me equivoco, el paisaje había cambiado. En las misma viejas ramas (o en las nuevas del viejo árbol, no sabría discernirlo) otras aves habían anidado, y sus trinos y sus plumas eran otras también. Nuevas y pomposas flores cubrían el claro que fuera otrora refugio de cipreses y una nueva hiedra trepaba por el Sur.

Pasé, como siempre pasaba, y seguí, porque así estaba escrito.

[originalmente publicado en historiasquenollevananingunlado.blogspot.com]

S.

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